Los jardines de Monforte, de Valencia, siguen siendo punto de encuentro de pintores cuando el sol y el calor se dejan sentir; las sombras de los árboles que pueblan el jardín proporcionan las necesarias frescura y oscuridad para pintar con un mínimo de comodidad y acierto. Traigo al blog una nueva versión del pequeño estanque situado en uno de los extremos del jardín. Al fondo, el arco de bajada a lo que fue el antiguo palacete. La luz que se filtra por las ramas de la gran variedad de árboles pinta el agua con un amplísimo catálogo de colores.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
Precioso!. Ese estanque es algo con lo que no me atrevo por mucho que lo mire cuando voy al jardín de Monforte..
ResponderEliminarGracias, Tina. Ciertamente que constituye un reto, no solo por el juego de luces y colores sino también por la figura tan original que tiene (como una especie de aros olímpicos, engarzados unos con otros) No me cabe la menor duda de que lo resolverás muy bien cuando te decidas a afrontarlo.
EliminarMe encanta esta acuarela, Antonio...Colores precioso en el agua!!! Me gustaria visitar este jardin!!!!
Eliminarun abrazo...
A pesar de ser un jardín pequeño, hundido en medio de la ciudad, tiene un encanto especial por los diversos rincones que ofrece al paseante. Ciertamente, vale la pena visitarlo. Me alegro, Hilda, y muchas gracias.
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