Con este título genérico presento esta acuarela pintada la pasada primavera en el Club Naútico de Valencia. El día estaba algo revuelto y las aguas lo acusaban, a pesar de estar resguardadas a los vientos que soplaban de levante. La transparencias del mar provocan que los azules agrisados se confundan con los tonos semiverdosos de los fondos en un juego caprichoso de ondulaciones sin aparente sincronización.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
Una acuarela precioso, Antonio. Los colores son perfecto!!! Y me encanta los reflejos en el agua de los barcos!!! Como siempre tu trabajo es maravilloso!!
ResponderEliminarUn saludo
Tan amable como siempre, Hilda. Muchas gracias.
EliminarUf, te felicito Antonio. Una gran obra!
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por tu felicitación, Joshemari, y por tu generosa calificación.
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