Cuando uno se siente cansado y no le satisface lo que pinta, es un buen remedio cambiar de temática, de buscar refugio en algo nuevo. Algo de eso es lo que vengo practicando últimamente al afrontar el tema de los caballos, esos animales de tan bella estampa, nobles, esbeltos, sacrificados, con un toque cuasi aristocrático, que tan vinculados han estado al progreso del ser humano. Son éstas, acuarelas de pequeño formato -23 x 31 cm., a lo sumo, cuando no pequeños retales de papel reciclado-, pero que tan buenos ratos me hacen pasar. Doy las gracias a esos fotógrafos anónimos que han colgado sus preciosas fotos en internet y en las cuales me he inspirado, que no copiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario