Faltan palabras para expresar el amor de los padres a los hijos. Es un sentimiento indescriptible, trasunto de un amor mucho más trascendente. La Navidad es un buen momento para retratar la paternidad, en su sentido amplio de padre y madre. Esta última, pilar imprescindible de la familia pero discreta como siempre, ha preferido estar tras la cámara. Mientras contemplamos esta acuarela, pintada en un papel Moulin du Roy, de 30 x 57 cm., decimos para nuestros adentros lo que probablemente nunca les dijimos a la cara: ¡Gracias, padre; gracias madre! ¡Gracias papá! ¡Gracias, mamá!
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
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