Amparo, Enrique, Marisa, Celes,...., son algunos de mis amigos de pintura. Sin su compañía, sin la compañía que nos brindamos unos a otros, nuestras mañanas pictóricas no serían tan enriquecedoras.
Vivimos días de confinamiento, sin poder salir de casa. Han trascurrido quince desde la declaración del estado de alarma por la pandemia del coronavirus y se acaba de ampliar por otros quince. Hay que aprovechar el tiempo. Pintamos, dibujamos, leemos, cocinamos... y rezamos; hay tiempo para todo. Días de trabajo intramuros. Y estos retratos son parte de ese trabajo. Con mi agradecimiento a mi buen amigo Juan José Moreno Navarro-Buch, de cuyo blog me he tomado la libertad de seleccionar algunas de las fotografías.
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