Entre las plazas Lope de Vega y Santa Catalina, de Valencia, hay una calle estrecha, corta y sumamente transitada; se la conoce como calle de la Sombrerería. No sé si el nombre le viene por las tiendas de sombreros que en su momento pudo albergar o por las sombras intensas que genera su orientación respecto al sol. Lo cierto es que es una calle de gran encanto, también por sus tiendas de souvenirs y por las afamadas chocolaterías y heladerías que hay en sus extremos, todo sea dicho. La acuarela recoge uno de esos momentos en los que las luces de otoño se "escurren" por sus fachadas. El papel, Moulin du Roy, satinado; el formato, 22,7 x 30,5 cm.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
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