No hay sombras. El cielo está nublado, en parte por nubes, en parte por la arena del Sahara. Este fenómeno se viene repitiendo con más frecuencia de la habitual desde finales del invierno y comienzos de la primavera. Tan pronto se torna claro y la primavera brilla en las hojas y flores recién salidas, como se emborrona y todo adquiere una tonalidad terrosa. Aún así, hemos salido al Parque Central de Valencia, y no se me ha ocurrido pintar otra cosa que no sea el cielo y sus densos nubarrones de barro. Acuarela en papel Saunders satinado y 28 x 38 cm.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
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