Acuarela pintada en papel Saunders, con formato 31 x 41 cm. Si alguien dudara de la fugacidad del tiempo, sólo tiene que detenerse unos minutos a mirar como se mueve el binomio sol y sombra en una calle estrecha y apreciar quién le quita el sitio a quién. Ya lo dijo el clásico: Tempus fugit, el tiempo huye, se escapa; y las sombras en las fachadas de los edificios son unos improvisados relojes de sol que, si bien no marcan la hora precisa, sí que testimonian que el día avanza. Estoy en la calle Conde de Montornés, una calle de la Valencia antigua. Estrecha, sinuosa, orientada al Este, y con edificios clásicos que la piqueta ha respetado. y en la que las lucen coquetean con las fachadas. Pienso que esta pintura ha sido una puesta arriesgada.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
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