Un bodegón... sobrio.

Nueva incursión en la técnica del pastel. En este caso, para pintar un bodegón austero, sobrio, incluso monástico. Podríamos seguir buscando calificativos, pero no conviene agotar el diccionario de la lengua. Pues a pesar de todo ello, me cautivó la fotografía. Se trata de una composición fotografiada por Irina Mosina-Shutterstock y publicada en revista-gadget.es. Me encanta. Es la antítesis de esos bodegones abigarrados, coloristas, opíparos, más ambientados en la antigua Roma, que en una sociedad comedida. He utilizado barritas de pastel Rembrandt  y Sennelier, sobre papel especial Mi-Teintes, de color tierra, y con unas dimensiones de 40 x 50 cm. Espero que os guste