Las abundantes lluvias que han regado España en la transición invierno-primavera han dado paso a unos días luminosos y templados, en los que un verde brillante con salpicaduras de color va ganando terreno al ocre. Los árboles muestran con orgullo sus brotes, que lentamente irán ocultando su esquelético ramaje. Acuarela de la huerta valenciana, pintada en papel Arches, en tamaño 32,5 x 44 cm.
Mañana desapacible en el Club Náutico de Denia. Viento, frío, y algo de lluvia han estado presentes en esta jornada de pintura con la Agrupación de Acuarelistas de Valencia. La borrasca Martinho daba sus últimos coletazos, pero unos soportales nos han permitido trabajar hasta el final de la mañana, cuando finalmente ha salido el sol. La acuarela refleja los primeros momentos, en los que el cielo permanecía cubierto con un gris desigual y nos "regalaba" una llovizna discontinua. Acuarela pintada en papel Arches satinado, con unas dimensiones de 43,5x57
Las recientes y generosas lluvias han dejado campos y ciudades empapados de agua, lo que constituye un buen presagio de abundantes cosechas. Esos grandes charcos irregularmente repartidos se confunden con los canales y acequias que un día inundarán con sus aguas grandes extensiones de arrozales. El momento elegido para pintar esta acuarela ha sido el de los últimos rayos solares, que dan un colorido diferente al paisaje. Acuarela pintada en papel Arches, con unas dimensiones de 32,5x44 cm.
Los días de calima han ido aumentando en los últimos años. Son días en los que el cielo pierde ese bonito color azul al que nos tiene acostumbrados en el litoral mediterráneo, para tornarse de un color arenoso. Desaparecen las sombras y con ellas, los contrastes. Aún así, es una buena oportunidad para obtener imágenes descoloridas, pero que ofrecen algún que otro brillo que las hace muy pictóricas. En esta acuarela he intentado plasmar una de esas situaciones, con el puente y las torres de Serranos como protagonistas. Acuarela en papel Arches satinado, con unas dimensiones de 24,5 x 33 cm.
Otra de las muchas imágenes que nos ofrece la huerta de Valencia es la de sus canales de riego iluminados por la luz del atardecer; esa luz que transita del deslumbramiento a la oscuridad, pasando por toda la gama de ocres, naranjas y violetas, hasta apagarse casi por completo. Cualquier momento es bueno para que el agricultor contemple como despunta el arroz. El carro y la mula han sido sustituidos por el vehículo todo terreno, pero las cosechas siguen siendo insustituibles. Acuarela en formato 33 x 44 cm, y papel Arches.
Invierno.
También llueve en Valencia, y también tenemos nuestro invierno, aunque corto y suave, como el de este año. Con todo, los árboles de hoja caduca lucen la desnudez de sus troncos y ramas, los suelos se tornan pardos y los cielos cambian de coloración. Y todo ello sin que pierdan su atractivo pictórico. Acuarela pintada en papel Arches satinado, con unas dimensiones de 33 x 44 cm.
