Al atractivo pictórico que tienen por sí mismos los ambientes rurales se le añade la coloración que adquieren con el sol de la tarde. Aparece una inmensa variedad de ocres, naranjas o verdes, por citar algunos, que hacen las delicias de los amantes de la pintura. Con todo, en esta acuarela también juegan su papel los grises oscuros, casi negros, de la fachada que mira al espectador; son las fachadas que, por mirar al norte, son protegidas de la humedad con pinturas asfálticas negras o granates. Tanto en esta acuarela como en la anterior he usado papel Arches, de 300 gr. y grano grueso; sus medidas, 36 x 26,5 cm.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
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