Desde su pétreo emplazamiento, el Dr. Gómez Ferrer parece contemplar sin prisas la silueta del monumento a los caídos de la guerra civil española; o tal vez a los numerosos transeúntes que cruzan cada día los jardines de la Glorieta de Valencia; o... Ni a uno ni a otros; a quién realmente contempla es a esos niños que juguetean a sus pies y que en la acuarela aparecen simplemente esbozados. Aprovechando la sombra de palmeras y jacarandas, he seleccionado este encuadre que permite recoger en una misma pintura la estatua del insigne pediatra valenciano y la silueta del citado monumento a los caídos.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
Escultura inaugurada en 1920, los niños fueron colocados un poco después en 1945. El escultor fue Fco Paredes. Mágnifica acuarela, enhorabuena y gracias por recordar la figura del insigne doctor. Baltasar Torralba Rull (bisnieto del Dr. Ramón Gómez Ferrer).
ResponderEliminarMuchas gracias, Baltasar, por sus anotaciones históricas. La sociedad valenciana debe mucho a su insigne bisabuelo y por eso me pareció de justicia titular la acuarela con su nombre. Me alegro de que le haya gustado. Tiempo atrás le dediqué otra acuarela, que puede visualizar pulsando en la columna ETIQUETAS.
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