Son días calurosos. Estamos en el puerto de Catarroja y vemos al carpintero de barcas trabajar al aire libre. Ha cambiado la escenografía del taller: al piso de cemento le ha sustituido la tierra y la hierba; a las luces de neón, la luz solar; al techo de uralita, las hojas de los árboles; y a la brisa de los ventiladores, la brisa húmeda de la Albufera. Y es que hay pocas cosas tan agradables como trabajar en medio de la naturaleza, aun con sus moscas, moscones y mosquitos.
Acuarela realizada en el papel Arches habitual, de formato 31 x 41 cm.
La mayoría de las veces he opinado que pintar no es solo poner color, mas bien hay que pintar dibujando y veo que con buen humor, tu pintas y dibujas muy bien
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tan alta consideración, Juan José. Seguiré esforzándome para no defraudar a los buenos amigos que me seguís. Un cordial saludo.
EliminarSensacional acuarela y ambientada perfectamente. Me encantan tus trabajos. Tienen poesía!
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te agraden, Joshemari, a la vez que agradezco vuestros comentarios, ya sean para elogiar, ya sean para señalar algún aspecto "manifiestamente mejorable"!; ayudan a mejorar. Muchas gracias nuevamente y un cordial saludo.
EliminarBuen trabajo Antonio...como siempre, Una acuarela lleno de color!!!
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