y ¿por qué de Septiembre? Los veraneantes han vuelto a sus casas, a sus domicilios habituales, y los lugares de veraneo han recuperado su ansiada tranquilidad, esa tranquilidad tan necesaria para el noble arte de la pintura. Nos encontramos en la playa de El Saler, en una urbanización cuyas edificaciones guardan cierta semejanza con otras que pueblan el Norte de África. Sólo algún bañista y alguna que otra familia de las que habitan estas casas son testigos de nuestro trabajo. La acuarela la he pintado en el papel habitual, con unas dimensiones de 31 x 41 cm.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
Magnífica acuarela y adornada con un texto muy real. Seguro que lo has disfrutado! Unas luces y unas sombras perfectas. Eres un gran artista! Te felicito!
ResponderEliminarLo vi en FACEBOOK, pero he preferido contestarte aquí. No me acaba de convencer el sistema, ni me siento cómodo.
Un abrazo.
Muy agradecido, Joshemari, por tu valoración tan positiva. Cierto que lo pasé bien mientras pintaba esta acuarela, aunque el día era verdaderamente sofocante (gracias que siempre hay una sombra protectora)
EliminarFacebook es más efímero. Al cabo de un rato te cuesta encontrar lo que has colgado debido a la entrada incesante de fotos y noticias. Pero ayuda a difundir. Un cordial saludo.
Una acuarela bien pintado Antonio!!! Enhorabuena!!
ResponderEliminarUn saludo
Muchísimas gracias, Hilda. Tan amable como siempre. Un cordial saludo.
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