Si 2020 fue el año de despegue del retrato con acuarela y con grafito, 2021 lo está siendo del descubrimiento de las posibilidades pictóricas del reino animal, utilizando la técnica del pastel. He comenzado por las aves exóticas y multicolores, he continuado con gatos y ahora lo hago con perros. Para el caso he elegido a Riply, un perrito de raza desconocida, resultante de un cruce, y mascota que fue de una buena amiga y excelente pintora. El modelo es muy atractivo desde el punto de vista artístico: sus largas mechas de pelo, donde se van confundiendo los blancos más o menos intensos, con una amplia gama de ocres y marrones, ¡incluso violetas!, plantea el reto de plasmarlo sobre el papel. Y aquí está. No dejo la acuarela, pero una alternancia en las técnicas no viene nada mal. Espero que os guste.
Barritas de pastel Rembrandt, lápices Faber - Castell, y papel Canson gris plata.
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