Terminó la estancia en los Pirineos, pero no el recuerdo de los bellos paisajes que encontramos por dondequier. Con ayuda de la fotografía esos recuerdos se mantienen vivos y son de una gran ayuda para pintar entre cuatro paredes. La imagen muestra una de las campas que se pueden encontrar en la parte alta de la montaña, con su inseparable riachuelo que alimenta los lagos.
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