El fuerte calor del verano obliga a pintar protegido por las sombras de los edificios o a primera hora de la mañana, cuando el sol todavía no se ha hecho notar con toda su intensidad. Nos encontramos nuevamente en Port Saplaya, a una hora y en una zona en que los edificios aún protegen de los rayos solares. El movimiento del agua convierte el reflejo de las terrazas en un laberinto de tonalidades y líneas quebrada de difícil trazado. Con todo, ahí queda esa nueva imagen refrescante.
Acuarela realizada en papel Arches, de 300 gr. y grano fino, con una superficie pintada de 49 x 34 cm.
Genial esta acuarela amigo Antonio, pero, no me parece tan refrescante como tú insinúas. Solo pensar en este último verano canicular... poco puedo llegar a pensar en refrescante. Eso, sí, la acuarela merece todos estos calificativos, si lo de refrescante, es un calificativo. A mi me parece una magnífica acuarela. Me encanta!! Esos reflejos y esas tonalidades son muy buenos. Te felicito!
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Joshemari. Cierto es que hemos tenido un verano especialmente caluroso, de ahí que haya recurrido más que de ordinario a pintar marinas. Puede que no refresque climatológicamente, pero al menos ayuda a conseguirlo mentalmente.
EliminarTu y Josh son Maestros de agua Antonio!!! Una acuarela precioso llleno colores y reflejos precioso!
ResponderEliminarUn saludo!
Muy amable, Hilda. Me gusta ese calificativo de Maestro de agua. Me honra que me consideres tal y me anima a seguir practicando esta temática. Muchas gracias.
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