Si he titulado así esta acuarela es en reconocimiento y consideración a ese grupo de amigos de la Agrupación de Acuarelistas Valencianos con los que tengo la suerte de compartir tantos buenos ratos de pintura y de los que tantas cosas aprendo, tanto en el orden pictórico como en el humano. La escena se desarrolla en uno de los sitios más típicos y singulares de la ciudad de Valencia: la Plaza Redonda. Los tradicionales puestos de hilos, encajes o botones conviven en excelente armonía con otros de cerámica o de la más variopinta artesanía. Su reciente remodelación ha dejado unas fachadas resplandecientes, un suelo brillante y una visera metálica, circular, de diseño vanguardista. Un bonito rincón sin duda que no conviene olvidar en una visita a Valencia.
El visitante encontrará en este blog una selección de mis acuarelas sucintamente comentadas, y una lista de blogs y páginas web sobre pintura, literatura y religión, pues no en vano considero el arte como una manifestación del poder creador de Dios, que ha dotado al hombre de la capacidad de plasmar la belleza que le rodea. Para conocer al ser humano con sus ilusiones y esperanzas, y por ende, a su Creador, incluyo esos enlaces.
Bonita estampa de este rincón tan querido por los Valencianos,que tenemos la suerte de disfrutarlo.
ResponderEliminarEnhorabuena.Un abrazo.
Me alegra que te guste, Fernando. Muchas gracias.
EliminarHas conseguido una luz genial!
ResponderEliminarAgradezco tu generosa calificación, Tina. Perseguía ese objetivo y saber que en alguna medida lo he conseguido, me infunde nuevos ánimos. Muchas gracias.
EliminarMe encanta esta pintura, Antonio. Los colores y reflejos son bien hecho!!
ResponderEliminarun abrazo!
Celebro que te guste la acuarela, Hilda. Muchas gracias.
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